Frutos Secos Ibiza

Los mejores frutos seco ecológicos, se llevan fabricando 40 años

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La historia de Frutos Secos Ibiza se inicia hace 36 años en un local de reducidas dimensiones, de 70 metros cuadrados, situado en Sant Rafel. Vicente Madrid y su padre decidieron embarcarse en la aventura profesional de producir frutos secos en Eivissa. El primer año de actividad se centró en la producción de almendra, cacahuete y avellana, “los productos más conocidos en ese momento”, cuenta Vicente Madrid.

Empezaron con una pequeña sartén rudimentaria y un horno casero para tostar el producto, que se envasaba a mano y se repartía por bares, por pequeños colmados de carretera y también por supermercados”, relata Saúl Madrid, hijo de Vicente, que en la actualidad dirige el negocio junto a su padre.

La evolución de la empresa ha sido espectacular. Hoy, la avellana, la almendra y los cacahuetes siguen siendo parte esencial de las ventas, aunque en la actualidad se produce y comercializa medio centenar de frutos secos, a los que se suma fruta deshidratada y semillas, como las de chía o amapola. Además, la empresa vende también cereales como la avena y la quinoa. “Con el paso de los años nos hemos ido adaptando a los nuevos consumos que pide la población, cambios que día a día hay que ir observando para mantenernos vivos”, explica Madrid, quien afirma que, sin duda, el cambio más importante en la labor de producción vino introducido por la maquinaria. “Desde que empezamos hasta ahora los sistemas de fabricación han ido cambiando y esto ayuda a agilizar los procesos que hace 30 o 35 años eran manuales, como por ejemplo el envasado o el cierre de bolsas”, señala.

Pese a la introducción de tecnología punta, la empresa ha ampliado su plantilla con el paso de los años hasta llegar a los 35 empleados. “Cuando se creó la empresa incorporamos a dos personas y con el paso del tiempo contamos con una media de 30-35 trabajadores. Nuestra producción anual está en torno a las 150 toneladas de frutos secos”, asegura Saúl, quien afirma que el secreto para mantener durante 30 años la empresa en Eivissa se basa “en la constancia, mucho trabajo duro, un equipo humano excelente y la búsqueda siempre de la innovación”. Este año, según explican, esperan cerrar con una facturación cercana a los cinco millones de euros.