Suunto

Hace más de 80 años que Tuomas Vohlonen, un aventurero finlandés, fundó Suunto. En 1936, insatisfecho con la tecnología de su época, con la nieve hasta las rodillas y en la oscuridad ártica que dura todo el día, inventó una brújula rellena de líquido con una aguja más estable y precisa. Fue un revolucionario. Y nunca perdió el rumbo.

Fiabilidad:

En el año 1939, un soldado finlandés fue alcanzado por un francotirador ruso durante la Guerra de Invierno. Pero sobrevivió para contarlo. La bala impactó contra la brújula de campo M-311 que llevaba en el bolsillo. En Suunto no creen en la suerte, creen que llevan 80 años creando productos que no te fallarán nunca.

Durabilidad:

Finlandia les pone a prueba, al igual que Suunto pone a prueba sus productos. A pesar del gran amor que sienten por su país, la oscuridad de Finlandia les exige mucho. Y como Suunto exige mucho de sus productos, los someten a pruebas en situaciones reales. Si pueden sobrevivir a Finlandia, pueden sobrevivir a cualquier cosa.

Precisión:

Hasta el lanzamiento del primer ordenador de buceo de Suuno en 1987, los submarinistas tenían que calcular los tiempos utilizando tablas de inmersiones. A Suunto nos les parecía que resultase fácil, seguro ni divertido, así que crearon el Suunto SME-ML y revolucionaron el deporte.

Exactitud:

A veces hay que tomar decisiones rápidamente y bajo presión.

Desde 1998, las funcionalidades simplificadas del Suunto Vector y su emblemático diseño han conseguido que la escalada de altitud sea más segura, y probablemente sea el reloj más utilizado en el Himalaya.

Calidad:

En Suunto se sienten orgullosos de decir que son finlandeses. Existen muchas razones para ello, pero hay una que destaca entre todas: al igual que Tuomas Vohlonen, su fundador, los finlandeses se marcan sus propias normas y no se conformamos con lo mejor.